El grupo de hackers argentinos Anons.ar que dice formar parte de la red Anonymous ingresó en la base de datos de la tarjeta SUBE (implementada por el gobierno argentino para todos los servicios de transporte público de la ciudad de Buenos Aires) y liberó el código de fuente para hacer público el listado de unas mil tarjetas en un sitio web [url]http://pastehtml.com/view/bm5wlsazn.html
Así, el grupo mostró su preocupación por la capacidad de las tarjetas de recolectar todos los datos de su usuario y enviarlos a una base de datos y reclamó que las tarjetas sean anónimas.
La tarjeta recoleta datos de los viajes realizados y los registra en el sitio www.sube.gob.ar, en la sección mis viajes. Sólo con poner el número de tarjeta y un captcha, se puede chequear un listado de los últimos viajes realizados con día, hora, número de línea, interno y costo de pasaje, pero no indica dónde subió ni bajó el pasajero.
Según la Casa Rosada, el registro de los movimientos de cada tarjeta -que se obtiene de manera gratuita y personal presentando el DNI- posteriormente se cruzará con datos de la AFIP, la Anses y el ministerio de Desarrollo Social para “individualizar” cada subsidio al pasaje. Afirman que esto estaría disponible para que el usuario controle cualquier tipo de anomalía en la recarga de su tarjeta o en el cobro de un boleto. Incluso, en caso de robo, pérdida o daño de la tarjeta, se puede recuperar el saldo que tenía cargado. A pesar de esto, varias organizaciones reclamaron que se respete la privacidad.
En la Resolución 650/2011 que regula el uso de la tarjeta SUBE, se establece que el sistema podrá ser tanto nominado como no nominado (con o sin entrega de datos personales) y que esta decisión debe quedar a cargo del usuario de la tarjeta. En ninguna parte de la normativa se exige la obligatoriedad de entregar los datos personales para obtenerla.
A su vez, un grupo de jóvenes integrantes del Partido Liberal Libertario (PLL) llamó a la comunidad a que “cambie la tarjeta, a que no se quede con la suya. Que se la den a un amigo o a un compañero de trabajo para que no sepan sus movimientos”.
Hoy en día es cada vez más fácil la geolocalización de cualquier habitante gracias a tarjetas de crédito, redes sociales, celulares u otras aplicaciones pero el mayor inconveniente seguramente radica en que proporcionar los datos personales a la hora de comprar una tarjeta SUBE se volvió obligatorio aunque es ilegal.
Mariana Benitez el 31 enero, 2012
Así, el grupo mostró su preocupación por la capacidad de las tarjetas de recolectar todos los datos de su usuario y enviarlos a una base de datos y reclamó que las tarjetas sean anónimas.
La tarjeta recoleta datos de los viajes realizados y los registra en el sitio www.sube.gob.ar, en la sección mis viajes. Sólo con poner el número de tarjeta y un captcha, se puede chequear un listado de los últimos viajes realizados con día, hora, número de línea, interno y costo de pasaje, pero no indica dónde subió ni bajó el pasajero.
Según la Casa Rosada, el registro de los movimientos de cada tarjeta -que se obtiene de manera gratuita y personal presentando el DNI- posteriormente se cruzará con datos de la AFIP, la Anses y el ministerio de Desarrollo Social para “individualizar” cada subsidio al pasaje. Afirman que esto estaría disponible para que el usuario controle cualquier tipo de anomalía en la recarga de su tarjeta o en el cobro de un boleto. Incluso, en caso de robo, pérdida o daño de la tarjeta, se puede recuperar el saldo que tenía cargado. A pesar de esto, varias organizaciones reclamaron que se respete la privacidad.
En la Resolución 650/2011 que regula el uso de la tarjeta SUBE, se establece que el sistema podrá ser tanto nominado como no nominado (con o sin entrega de datos personales) y que esta decisión debe quedar a cargo del usuario de la tarjeta. En ninguna parte de la normativa se exige la obligatoriedad de entregar los datos personales para obtenerla.
A su vez, un grupo de jóvenes integrantes del Partido Liberal Libertario (PLL) llamó a la comunidad a que “cambie la tarjeta, a que no se quede con la suya. Que se la den a un amigo o a un compañero de trabajo para que no sepan sus movimientos”.
Hoy en día es cada vez más fácil la geolocalización de cualquier habitante gracias a tarjetas de crédito, redes sociales, celulares u otras aplicaciones pero el mayor inconveniente seguramente radica en que proporcionar los datos personales a la hora de comprar una tarjeta SUBE se volvió obligatorio aunque es ilegal.
Mariana Benitez el 31 enero, 2012
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